El informe fue denominado “Una agenda común para crear más inversión y empleo en Argentina: eliminar impuestos distorsivos para competir en una cancha nivelada”.
Dicho informe fue realizado con el aporte de Cámaras integrantes de la industria metalúrgica: fabricantes de acoplados y semirremolques ( CAFAS) , maquinaria agrícola, , tubos y perfiles, construcciones livianas de acero, línea blanca, electro y gasodomésticos, autopartes, envases de acero, entre otras. Estas industrias, junto con la automotriz, nuclean más de 17.000 empresas, en su mayoría PyMEs, que generan 11.500 millones de dólares en exportaciones y más de 350.000 empleos directos.
Mejorar la competitividad de las empresas es un paso fundamental para volver a crecer, generar empleo en Argentina y lograr una inserción inteligente. Una macroeconomía ordenada es la base, pero la agenda que viene debe centrarse en la reducción de la carga impositiva, el costo laboral no salarial, potenciar el financiamiento al sector privado y reducir los costos logísticos.
Hoy los productos metalúrgicos en Argentina soportan una carga impositiva del 32% promedio sobre el costo de fabricación, más del doble que Brasil y México. Además, un tercio de estos impuestos son distorsivos, es decir, se acumulan en la cadena de valor (débitos y créditos, Ingresos brutos, tasas municipales, sellos/otros). Las principales economías del mundo están intensificando su estrategia de política industrial con incentivos y financiamiento al sector privado local e incorporando medidas de defensa comercial, especialmente contra China.
En este escenario, los industriales sabemos producir y competir, pero abogamos por políticas que resuelvan los factores que las empresas no podemos controlar para poder seguir generando inversiones, empleo y desarrollo a largo plazo.